jueves, 26 de mayo de 2016

TRAUMATISMO RAQUIMEDULAR



El Traumatismo Raquimedular es todo daño de la médula espinal raíces o envolturas como consecuencia de un trauma que afecte a la columna vertebral. La columna vertebral sirve de sostén y protección de la médula espinal, sus envolturas y raíces. En las primeras etapas embrionarias hay concordancia entre el nivel de los cuerpos vertebrales, los segmentos medulares y el aporte sanguíneo. Sin embargo en el adulto el extremo caudal de la médula -segmentos s 1, s2, s3, s4- está a la altura de la primera vértebra lumbar. La red vascular también se modifica quedando los segmentos torácicos menos vascularizados. Además, a este nivel la relación entre el raquis y la médula es más estrecha, haciéndolo mas proclive a lesiones medulares definitivas.

Muchos mecanismos pueden causar daño medulo-radicular. Uno de los más comunes es la disrupción ósea que incluye lesiones por flexoextensión asociada a fractura, luxofractura, fracturas estalladas o aplastamientos vertebrales. En este caso se va a producir deformidad del canal raquídeo con un riesgo potencial de daño de su contenido. En ocasiones ésta pérdida de la alineación vertebral es temporal pudiendo no demostrarse a la radiología simple. Sin embargo lo más frecuente es que la deformidad se mantenga. Otra posibilidad es la ocurrencia de lesiones ligamentosas que pueden llegar a producir desalineación ósea con el riesgo consiguiente. En pacientes con espondiloartrosis acentuada o con estenorraquis congénita, las fuerzas causadas por el trauma y trasmitidas al raquis pueden deformar o comprimir la médula o raíces en este estuche óseo limitado.

Las hernias discales traumáticas aunque poco frecuentes son otra forma por lo cual un trauma puede ocasionar daño medular.

EPIDEMIOLOGÍA


El traumatismo raquimedular es un accidente catastrófico para los pacientes y sus familias. Habitualmente afecta a personas jóvenes en etapa productiva. La causa más frecuente son las caídas o los accidentes de tránsito.

El área más afectada es la región cervical, luego la charnela tóracolumbar y los segmentos torácicos y lumbares se comprometen en frecuencia similares.

DIAGNÓSTICO


Incluye el examen clínico general, el examen neurológico y el estudio radiológico.

Desde el punto de vista neurológico se recomienda un examen que permite sistematizar, homologar y comparar el examen, además de controlar la evolutividad. En la evaluación del raquis, el examen fisico permite en ocasiones determinar el tipo de lesión.

El estudio radiológico debe incluir Rx transorales para descartar lesiones cervicales altas especialmente en pacientes con traumas fronto faciales. En un 20% de los casos hay lesiones de niveles vertebrales no adyacentes por lo que debe efectuarse Rx de toda la columna vertebral.

La Tomografía Computada complementa el estudio de la lesión y debe solicitarse en los pacientes cuya Rx no permite descartar lesión ósea.

La Resonancia Magnética cumple un rol indispensable en la visualización de lesiones ligamentosas, discales y medulares.

El estudio radiológico va a permitir determinar el tipo de lesión vertebral, si ésta es estable o no y además clasificarla.

TRATAMIENTO


La evaluación neurológica y ortopédica va a determinar las opciones de tratamiento. El tratamiento quirúrgico tiene como objetivo descomprimir el canal raquídeo, alinear el raquis si no ha sido posible por medios ortopédicos y estabilizar la columna vertebral lo que va a permitir una rehabilitación precoz. Los sistemas de fijación utilizados para obtener estabilización quirúrgica dependerán de la experiencia del especialista.

PRONÓSTICO


Cuando existe daño medular acentuado, en la mayoría de los casos es reservado. Los esfuerzos deberán ser encaminados a la rehabilitación.



Dr. Francisco J. Lopez Gonzalez - Medico Neurocirujano
Citas al:(0133) 3817-0071 / 3642-5275 / www.mediconeurocirujano.com


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